Hace poco más de veinte años atrás, Juan Martín Hernández tomaba contacto con una pelota ovalada. Con menos de cuatro años ya “jugaba” en Deportiva Francesa. Al poco tiempo su familia tuvo que irse a vivir a Córdoba y el pequeño Juan mudó su incipiente talento al Tala de esa provincia. Sus días en el club cordobés no fueron buenos y las malas experiencias vividas en los dos años que estuvo allí lo llevaron, en su regreso a Buenos Aires, a dejar de jugar. Después de mucho reflexionar y para suerte del rugby argentino, Hernández retomó el deporte un año después para no parar más. El tiempo fue pasando y Juan iba demostrando que era un fuera de serie. Sus actuaciones en su equipo hicieron que las historias de sus actuaciones llegarán a oídos de los entonces entrenadores de Los Pumas M19.
Tal fue la insistencia, que los responsables de esa selección decidieron viajar a Pilar. Y lo que vieron los dejó asombrados. Juani la rompía. Con solamente 16 años, el Gordo Luke, Head Coach de la selección juvenil, lo llamó una tarde para tener una entrevista con él. El entrenador quería llevarlo a una gira y para eso debían hablar personalmente. Juan no lo podía creer. Pero a pesar de la emoción de la convocatoria, ese mismo día se fue a jugar un partido de fútbol con sus amigos y se rompió el tobillo. Con un yeso y usando muletas, el apertura se presentó en la oficina donde Luke y el preparador físico de esa selección, Mariano Fernández, lo esperaban. Cuando lo vieron no lo podían creer. Igualmente, al poco tiempo, y con 17 años cumplidos, se sumó definitivamente al equipo nacional. En el 2001, y después de haber jugado varios partidos con la selección juvenil, fue parte del seleccionado de seven que llegó a la final del torneo de la especialidad en Chile, dejando a Australia en el camino. A pesar de la derrota frente a los All Blacks en el último partido, Juan dejó a todos con la boca abierta. La mayoría hablaba de ese chico de Deportiva Francesa. Obviamente, Marcelo Loffreda ya lo venía siguiendo y a finales del 2002 decidió que tenía que ser parte del seleccionado mayor.
En el 2003, y con el Mundial de Australia a la vuelta de la esquina, Loffreda lo llamó para que sea parte del equipo en un test contra Paraguay. Corría el mes de abril de ese año y ya sonaba su nombre para viajar a Australia. En Junio, volvió a ser parte del equipo que jugó contra Uruguay y Francia y el 20 de ese mes apoyó su primer try en la mayor frente al equipo galo. Después llegaría el turno de Sudáfrica, con try incluído, y Canadá. Su participación en la RWC de Australia era todo un hecho. El pibe que jugaba en el modesto Deportiva Francesa iba a viajar al Mundial y nadie en su club lo podían creer. El 10 de Octubre llegó el debut de Argentina frente a los locales y Hernández tuvo la oportunidad de jugar. Después fue el turno de Namibia y de Rumania (apoyó dos tries), pero en el partido decisivo frente a Irlanda no jugó ni un minuto. La gran actuación de Juani en esa Copa del Mundo hizo que las autoridades del Stade Francais pusieran sus ojos sobre él. De la mano de Agustín Pichot, que en ese momento era el medio scrum titular del equipo francés, y de las grandes actuaciones que venía teniendo, Hernández pasó al Super 14. Al año siguiente de haber llegado, su equipo consiguió quedarse con el título. Con solamente 21 años, ese chico que hacía poco jugaba en Tala y había pensado en dejar de jugar, estaba en una de las ligas más competitivas del mundo. Pero la cosa no terminaría ahí.
El 2005 lo encontró a Juan con la posibilidad de ser el fullback de su equipo. Ignacio Corleto se lastimó y no pudo seguir jugando. La lesión de su compañero argentino le daba la posibilidad de demostrar de lo que era capaz desde el arranque. Con todo un año para aprender consiguió transformarse en una de las revelaciones del rugby francés. Sus grandes actuaciones le permitieron empezar el 2006 con la celeste y blanca como titular y ocupando el mismo lugar que había dejado Corleto en el Stade. Con varios tests matches en su haber y mucha experiencia en sus espaldas, Hernández ya dejaba de ser una promesa para transformarse en una realidad. La gira por Europa de hace unos meses fue fundamental. El fullback la rompió en la histórica victoria de Los Pumas en Twickenham y se llevó los halagos de la prensa internacional. Después, llegó el turno de Italia y Francia, donde Juan volvió a sobresalir con try incluído frente al equipo galo. Todas estas conquistas le valieron el reconocimiento internacional y los premios de fin de año fueron todos para él. No solamente se llevó el Olimpia de Plata acá en Argentina, sino que los periodistas franceses especializados lo nombraron como el tercer mejor jugador del mundo, detrás de Dan Carter y Richi McCaw, y estuvo en el equipo ideal del 2006 en donde había 11 neocelandeses y 3 irlandeses.
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